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Los 10 mitos del cerebro
¿Cuántos mitos sobre el cerebro hemos escuchado una y otra vez? ¿Por qué los seguimos dando por ciertos? Porque muchos se basan en verdades a medias y por más que la ciencia los desmiente, continuamos creyendo en ellos.
Aquí te descubrimos los 10 más extendidos y por qué son falsos…
Aunque en un momento dado sólo se activan circuitos relativamente reducidos de neuronas en función de lo que se hace, piensa o siente… a lo largo del día, dada la variedad de nuestras actividades, usamos la mayor parte del cerebro.
Cualquier comportamiento complejo, como la creatividad, activa grupos neuronales en ambos hemisferios, y la estructura cerebral más relevante es la corteza prefrontal, justo detrás de la frente en ambos hemisferios.
Aunque hay algunas funciones cognitivas que declinan conforme envejecemos, habilidades mentales como la comprensión lingüistica, la resolución de conflictos y la regulación emocional mejoran con la edad.
Aunque muchos científicos creían que el cerebro era inalterable, ahora sabemos que el cerebro puede generar nuevas conexiones para sustituir las dañadas, así como crear nuevas neuronas en ciertas regiones cerebrales.
Cuando recordamos algo, en vez de rememorar el momento exacto en el que sucedió, lo reinventamos. Por tanto nuestros recuerdos son modificados ligeramente cada vez que se evocan, en vez de ser una reproducción fotográfica de lo que sucedió.
La vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto son solo el principio. La propiocepción es el sentido que nos dice como está posicionado nuestro cuerpo. la nocicepción es el sentido del dolor. También tenemos sentido del equilibrio, temperatura corporal y el del paso del tiempo.
Aunque es tentador creer en el “Efecto Mozart”, no existe una evidencia real que apoye la idea de que la música clásica puede hacer a un bebé más listo.
La mayor diferencia entre el cerebo de Einstein y el nuestro no fue su tamaño, sino un número mayor de conexiones en ciertas estructuras.
Los crucigramas y sudokus no nos ayudan a mejorar la memoria, ya que la novedad y reto que suponen, decrecen conforme hacemos más.
Aunque la presión de una fecha límite puede motivarnos a trabajar más duro, lo más probables es que penalice su función
